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Let There Be Rock es el cuarto álbum de estudio de la banda australiana de hard rock, AC/DC, lanzado en Australia en marzo de 1977. De este álbum destacan las canciones "Dog Eat Dog", "Let There Be Rock" y "Whole Lotta Rosie". Todas las canciones fueron escritas por Angus Young, Malcolm Young y Bon Scott.
Fue originalmente lanzada por el sello discográfico Albert Records. Una edición modificada fue lanzada por el sello Atlantic Records en junio de 1977.
Let There Be Rock fue el último álbum de AC/DC en tener como bajista a Mark Evans, quien previamente grabó con la banda T.N.T. (álbum) (1975) y Dirty Deeds Done Dirt Cheap (1976).
El 3 de abril de 1977, AC/DC filmó una actuación en vivo de "Dog Eat Dog" para Countdown(un programa televisivo australiano).
En julio de 1977, la banda filmó un video musical promoviendo la canción "Let There Be Rock" del álbum del mismo nombre.El video fue grabado en una iglesia de Perth (Australia), consistía en Scott vestido como un sacerdote y el resto de la banda vestidos de acólitos. Esta edición fue eventualmente reempacada con la portada para la versión internacional, marcando la primera vez que la edición de la portada de la versión australiana coincidía con su correspondiente versión internacional.
En 1980, AC/DC lanzó una videograbación en vivo llamada "AC/DC: Let There Be Rock".
En 1997, el audio de este concierto fue lanzado en un CD, en los discos 2 y 3 del álbum "Bonfire", que contenía material inédito y actuaciones de la banda junto a Bon Scott y gran cantidad de materiales extras.
User Album Review
Let There Be Rock, the fourth AC/DC album -- and first to see simultaneous international release -- is as lean and mean as the original lineup ever got. Shaved down to the bone -- there are only eight tracks, giving this a lethal efficiency even with a couple of meandering jams -- this is a high-voltage, brutal record, filled with "Bad Boy Boogie." It has a bit of a bluesier edge than other AC/DC records, but this is truly the sound of the band reaching its peak. There's the near majesty of "Let There Be Rock," there's Bon Scott acknowledging with a wink that "Hell Ain't a Bad Place to Be," and then there's the monumental "Whole Lotta Rosie." Which gets down to a key thing about AC/DC. If Led Zeppelin were celebrating a "Whole Lotta Love," AC/DC got down to the grimy details in their leering tribute to the joys of sex with a plus-sized woman. And that's AC/DC's allure in a nutshell -- it's sweaty, dirty, nasty rock, music that is played to the last call and beyond, and they've rarely done that kind of rock better than they did here.
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