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"Tubular Bells" (en español, "Campanas Tubulares") es el primer disco de estudio del compositor y multi-instrumentista Mike Oldfield, lanzado el 25 de mayo de 1973. Oldfield habría compuesto la música teniendo 17 años, siendo esta resultado de diversos desarrollos instrumentales que ya manejaba desde hacía un tiempo y que le permitieron desarrollar un abanico de ideas bastante diversas que se plasman en esta pieza musical de dos partes.
Originalmente se trataba de una maqueta que el artista ofreció a diversas discográficas sin que existiera un interés inicial de aquellas por editarlo, entre otras cosas por tratarse de una composición muy extensa y sin letras cantadas, a diferencia de como era tendencia en esa época. Sin embargo, Oldfield conoció a Richard Branson, quien poseía unas cuantas tiendas de venta de discos a domicilio y pretendía montar una discográfica, la futura Virgin Records, ofreciéndole la posibilidad de publicar su trabajo.
La grabación de "Tubular Bells" se realizó en The Manor, una mansión-estudio (la primera de Inglaterra), donde las grabaciones se hicieron de manera artesanal. Al tratarse de una larga sinfonía a ser ejecutada con una multitud de instrumentos, prácticamente todos ejecutados por Oldfield, existieron dificultades técnicas para grabar todos a la vez, ya que solo se disponía de ocho canales para grabar las pistas, teniéndose que recurrir a trucos artesanales como el bloqueo del cabezal de borrado en las grabadoras para poder grabar varios instrumentos.
"Tubular Bells" fue a la vez el primer lanzamiento discográfico de la Virgin y el disco que logró introducir y consolidar la discográfica, siendo uno de sus discos más vendidos. El disco llegó inmediatamente al número 1 de las listas de ventas y permaneció en ella durante varios meses. En los primeros años de salir a la venta se registraron cerca de 16 millones de copias vendidas en todo el mundo, mayormente en Europa, y la crítica alabó la calidad y originalidad de la obra. El éxito de este disco fue tal que fue utilizada parte de la música para ser incluida como banda sonora de la película "El exorcista", lo cual hizo conocido el disco en todo el mundo.
La música de "Tubular Bells" se desarrolla a través de diferentes ideas que van evolucionando, concatenando o fusionándose a lo largo del disco, combinando diversos matices e instrumentos musicales, generando un clima diverso en cada sección, desde lo misterioso, épico, triste, alegre o nostálgico, culminando en una alegre y rápida melodía ejecutada en guitarra acústica, la cual es un arreglo de un tema tradicional.
El éxito sorprendente logrado por "Tubular Bells" hizo millonario a Oldfield a los veinte años, pero también le significó una situación que terminó abrumando al artista, sumado a problemas personales, como la temprana muerte de su madre, que generó en él un inicial rechazo a la sobre-exposición en los medios, una actitud que ha sido característica en él desde entonces.
La pieza fue orquestada más tarde por David Bedford para la versión de "The Orchestral Tubular Bells" y tuvo tres secuelas en la década de 1990, "Tubular Bells II" (1992), "Tubular Bells III" (1998) y "The Millennium Bell" (1999). Finalmente, el álbum fue completamente re-grabado como "Tubular Bells 2003" en su 30 aniversario en 2003. Una nueva edición nuevamente masterizada y mezclada del álbum original apareció en junio de 2009 en Mercury Records, con material extra. El 6 de junio hubo ceremonias de campanas internacionales para promover el lanzamiento.
User Album Review
The opening sequence of Tubular Bells is most widely known as The Exorcist's foreboding theme, but many of this album's freakiest moments come much later. Recorded by 19-year-old English prodigy Mike Oldfield, two 20-minute-plus sections play out variations on almost every theme that could form in the head of a young LSD voyager. "We wouldn't have all those beautiful tracks like 'Lucy in the Sky With Diamonds,' and we probably wouldn't have Tubular Bells — a lot of things, really — without drugs," Oldfield later told The Guardian. The first half employs ambient soundscapes, guitar riffage and a section where "master of ceremonies" Vivian Stanshall mock-pretentiously introduces an array of instruments — "glockenspiel!" and "two slightly. . .distorted guitars" — à la the Bonzo Dog Band. In part two, Oldfield totally loses his shit, as phlegmy, drunken grunts and howls over otherwise upbeat symphonic rock leads into "The Sailor's Hornpipe," better known as the seafaring song popularly used in Popeye cartoons. R.F.
https://www.rollingstone.com/music/lists/50-greatest-prog-rock-albums-of-all-time-20150617/mike-oldfield-tubular-bells-1973-20150617
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None...
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One of the all time classic albums